Como estudiantes de arquitectura debemos tener claro que a pesar de lo irreal que parecen los escenarios ficticios de películas o videojuegos son buenos referentes para nuestra inspiración, da igual que sean lugar completamente surrealistas, hemos de ser capaces de tomar nota de ellos y adaptarlo a nuestro momento y a nuestra tecnología, porque es obvio que no se puede construir una ciudad como la de la película <<Tron, Legacy>> pero sí que se podría hacer algo similar a la ciudad que se ve cerca del final de <<El hombre bicentenario>> de Robin Williams.
Y ¿quién sabe? puede que en unos años las ciudades que ahora vemos imposibles de construir sean reales, como la ciudad de The line, de la que mi grupo y yo hicimos un trabajo.
Somos los arquitectos del futuro y puede que el hecho de haber crecido rodeados de tanta ciencia ficción nos ayude a crear nuevos proyectos basados en esa misma ficción.